La Península Valdés, es una localidad ubicada en el Océano Atlántico en el distrito de Biedma al nor-este de la jurisdicción de Chubut, Argentina.
Cuenta con aproximadamente unos 3,625 kilometros cuadrados de extensión, sin tomar en enumeración el istmo de Carlos Ameghino que enlaza la península con el continente, es una reserva natural trascendental que fue clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1999.
Efectivamente es uno de los semblantes más enfatizados de la fauna de Argentina, la Península Valdés brinda la ocasión de percibir ciertos de los animales marinos más grandiosos de la naturaleza en su hábitat natural. Posiblemente las postales más grandes son las ballenas francas australes que llegan a cobijarse en las radas naturales a ambos lados de la penisla entre junio y noviembre. No obstante, hay mucho más para ver con una gran cuantía de otros animales, como los elefantes marinos, pingüinos magallénicos y otras especies más. (Ver artículo: Islas del Mediterráneo)
Patrimonio de la humanidad
La Península Valdés en la Patagonia es un espacio de categoría mundial para la preservación de mamíferos oceánicos. Es el hogar de una significativa cantidad reproductora de ballenas francas australianas en riesgo de muerte, así como de trascendentales cantidades reproductoras de elefantes marinos australes y leones marinos del sur. Las orcas en esta área han perfeccionado una estrategia de caza única para acomodarse a las condiciones costeras particulares.
La historia formal de preservación de Península Valdés empezó en la década de 1960 cuando la legislación regional instituyó las iniciales Reservas Naturales Turísticas, Punta Norte e Isla de los Pájaros. Diversas otras áreas resguardadas regionales se han concreto en áreas característicamente valiosas, comprendido el Parque Marino Provincial Golfo San José en 1974. En 1983, se enunció una Reserva Natural completa para el Desarrollo Turístico Integrado para emplazar el progreso del turismo solidario, constituyendo todas las áreas resguardadas previamente distinguidas.
En 1995 se estableció una reserva marina escrupulosa en Golfo Nuevo para mejorar la protección de la Ballena franca austral, que se ensancha a cinco millas náuticas desde la costa en la vieja parte de la península. La Organización Regional de Turismo de Chubut está a cargo de las reservas. Las medidas de preservación in situ se concluyen con instrumentos nacionales y mundiales adaptables a la Ballena franca austral. La raza no solo adoptó protección internacional contra la caza lucrativa de ballenas sino que además fue enunciada como monumento natural por el Parlamento Nacional de Argentina en 1985.
La gerencia de la propiedad contiene un fuerte dispositivo de exploración que envuelve al Centro Nacional de la Patagonia y muchos asociados eruditos y no estatales nacionales e internacionales. Las reguladas de preservación in situ se perfeccionan con utensilios nacionales e internacionales adaptables a la Ballena franca austral. (Ver artículo: Penínsulas de Europa)
Con más de 1.500 ejemplares congratulando el área cada año, la Peninsula Valdes sujeta los criaderos más significativos a nivel general de la Ballena franca austral, una raza que se había doblegado rigurosamente por la caza lucrativa de ballenas. Los esfuerzos de preservación en Península Valdés han estado traveseando y se prolongan recuperando un papel significativo en la redención en curso de esta familia de ballenas, una consoladora historia de éxito en la preservación mundial.
Indice De Contenido
Ubicación geográfica
La Península Valdés se localiza en la jurisdicción argentina de Chubut. La península de alrededor de 360,000 hectáreas obtiene más de 100 kilómetros hacia el este en el Atlántico Sur. Sus poco más de 400 kilómetros de costa contienen una serie de bahías, que contienen el extenso Golfo San Matías al norte y Golfo Nuevo al sur, ambos con una amplificación de varios miles de kilómetros cuadrados.
La zona costera afanosa exhibe declives rocosos de hasta 100 metros de altura, ensenadas poco profundas y lagunas riberas tornadizas con extensas ciénagas, playas de arena y guijarros, dunas de arena impeles e islas pequeñas. Los cenagales, algunos de ellos hoy también nombrados como Humedal de Importancia Internacional bajo la Convención de Ramsar, están relacionados con las áreas de flujo de la Península y facilitan sitios significativos de anidación y alivio para profusas aves playeras nómadas.
El viaje en vehículo es indispensable en esta extraordinaria pero arcaica zona de Argentina, con un placentero pasaje circular que te asentirá regocijarse de los mejores terrenos de rendimiento de la Península de Valdés. Aunque las expediciones de un día comenzando en Puerto Madryn son viables, realmente hay algunas votaciones de alojamiento muy específicas en la oportuna península, y transitar la noche aquí le admitirá regocijarse al máximo del maravilloso juego de vida silvestre.
Para una práctica extravagante, se debe visitar la estancia Faro Punta Delgada, que brinda vistas extraordinarias y una práctica completamente en contorno de la nada que se adecua vistosamente a su maravillosa ubicación. Asimismo, hay un cúmulo de lugares para agasajar aquí. Se debe tener en consideración que, como se presenta una reserva natural resguardada, solo se puede suscribir a algunas fracciones de la Península de Valdés cuando están escoltadas por un guía licenciado local. (Ver artículo: Isla la Orchila)
Mapa de la Península Valdés
Tipo de clima
Valdés posee un clima áspero pero fresco y es sorprendente dar una vuelta en cualquier período del año, aunque el más excelente, en lo que a expectación de vida silvestre se relata, es la época de primavera del sur, es decir, de septiembre a noviembre. Efectivamente, su viaje concordará con otros puestos argentinos, así que debe elegirse el tiempo ideal asumiendo en cuenta los parajes enfatizados de la vida silvestre sugeridos primeramente y los instantes perfectos para visitar sus otros lugares de provecho.
Esta es una parada agraciada a partir de la capital argentina de Buenos Aires, a la ciudad portuaria patagónica del sur de Ushuaia, el tablón para cruceros a la Antártida. Inversamente de que no llueve mucho en la zona anualmente, los veranos son habitualmente leves, y la temperatura a veces se aviva mucho y luego se descansa por la noche. El sitio se pone muy borrascoso en ocasiones, principalmente en la península, y se encomienda ropa preparada.
Las privativas climáticas costeras conciben que la diversificación periódica de la temperatura sea limitadamente pequeña, con los excesivos máximos y mínimos extremados en verano e invierno, equitativamente. El rango al año de valores de la temperatura media mensual es de 10° C, con medias mensuales de 18 °C en verano y 8 °C en invierno. (Ver artículo: Península Ibérica)
Lugares turísticos
La Península de Valdés es uno de los acomodos de vida silvestre más visualmente enfáticos en la Patagonia y un lugar extravagante para agasajar por vía terrestre o en un crucero de excursión. Clasificado por la UNESCO desde 1999 y reconocido como uno de los importantes lugares de éxodo de ballenas del mundo, la Península de Valdés es el engreimiento y el júbilo de la Argentina, un tramo de costa catastrófica y de vida marina enaltecida que se desarrolla por más de 400 kilometros.
Predominan las bahías, las ensenadas y las lagunas, lo que lo trueca en un destino gratificante y diverso para no perder de vista la vida silvestre, hogar de una gran cuantía de criaturas tanto dentro como fuera del agua. Trelew, es una pequeña ciudad de inicio de emigrantes galeses, que está en camino a Punta Tombo y es un lugar muy asombroso para visitar. La arquitectura y los seductores salones de té crean una parada asombrosa si transita por tierra cruzando la región, no obstante, la mejor sugestión de la localidad es el Museo de Paleontología, donde puede continuar los pasos de los dinosaurios que vagaban por esta sorprendente tierra.
Esta es razonada como la región prehistórica más significativa de nuestro planeta, una vez morada de los dinosaurios más magnánimos de todos. Si los fósiles y la historia natural encantadora te hacen sonreír, no hay que dejar de visitar este lugar. Tenemos también a Salina Grande y Chica, que son los lugares más extraordinarios para observar la puesta de sol en la zona, los lagos de sal de tonos rosados de Valdés se ubican en la parte sur de la península y son cómodamente agasajados en un paseo en torno al circuito. (Ver artículo: Isla de Capri)
Playas de la Península Valdés
La Península Valdés conserva su oportuno microclima exclusivo, lo que admite complacerse de sus playas la gran parte del año. Estando un desierto semiárido con pocas impresiones anuales y una alta proporción de días soleados, mezclado con su resguardo natural contra los vientos, la Península manifiesta una encomienda inusualmente alta de días para labores náuticas y de playa.
Resguardar a la ciudad de los fríos aires costeros y los efectos erosionantes de la arenilla constituye la playa de Pto. Pirámides, que esta cercada de tamariscos y montículos de arena, esta es la misma playa desde la cual se embarcará en paseos náuticos para pescar, y bucear, y es el ideal terreno en Argentina desde donde se ejercen tours de avistamiento de ballenas. Esta es la inaugural playa después de prosperar el punto de Olazábal al terminante de la segunda vía de paso en Puerto Pirámides.
Marchando en dirección este a lo extenso de la costa, esta playa ha regresado a caer por altos declives y es la inicial de las playas locales. Permaneciendo junto a Orphan Rock, cerca de un kilómetro más tarde, los altos escalonados se resbalan fuera de la costa, estableciendo un angosto valle donde se hallan los restos desertados de una marca de artefactos de viento donde se acumulaba agua para proveer a la ciudad.
Una agraciada opción para deleitarse de paz y calma, ojear un libro bajo el sol en veranillo o deleitarse de un frasco caliente mientras estas a la mira de las ballenas en invierno y primavera. Obstruyendo la agraciada bahía de Puerto Pirámides y abrigado por acantilados de poca altura, reposa Sea Cave Beach y las alineaciones que le dan su seudónimo.
La playa de Colombo es la continuidad de playa Pardelas que camina hacia el este. Barre poco a poco en la representación de una bahía, envolviendo varios kilómetros y estableciendo la playa más extensa de la península, este sitio es un lugar atractivo para una caminata costera agrandada.
Fauna
Un constreñido y emocionante istmo es todo lo que vincula las Penínsulas de Valdés con el departamento continental argentino, con un paso a pocos kilómetros al norte de Puerto Madryn. Si bien muchos tours de expectación de vida silvestre en la Patagonia se reúnen en parques nacionales más inspeccionados, Valdes es un atractivo destino fuera de lo común, donde es posible que veas una gran cuantía de animales únicos y atrayentes sin incumbir la época del año que los agasajes.
El caudal de animales de Valdés es la secuela de la sacudida de dos corrientes náuticas opuestas, el norte de los trópicos brasileros y el sur de la zona antártica. Las aguas ricas en sustentos crean un ambiente natural arcaico y floreciente para diferentes tipos de ballenas, delfines, pingüinos de Magallanes, elefantes marítimos del sur y leones marinos, así como aproximadamente mas de 200 especies disímiles de aves marinas. (Ver artículo: Cerdeña)
Uno de los ambientes marinos nativos más admirados y resguardados del mundo, Valdés es el más acreditado por su período anual de provisión de orcas. Las circunstancias magníficas aquí han cautivado una habilidad de caza orca única que no se ve en ningún otro lado. El entretenimiento de una gavilla de feroces orcas que textualmente se vagan para nutrirse de crías de focas es sorprendente e inolvidable y uno de los semblantes más fascinantes del ecosistema.
No obstante, lo que hace que la Península de Valdés sea tan trascendental para la biología litoral en todo el mundo es que personifica el caldo de cultivo más significativo para las ballenas francas australes, la variedad de ballena más tolerada por la manufactura ballenera comercial. Ahora, los mayores riesgos que afrontan estos garbosos gigantes son las sacudidas con embarcaciones lucrativas y el enganche de las redes de caza.
Este trecho de la costa argentina es de una belleza labrada con una península en forma de seta con placenteras calas templadas que cautivan a las piaras de animales marítimos en dígitos sorprendentes. Es esta configuración característica la que ha establecido un mundo en sí misma en Valdés, un abrigo casi retirado donde miles de animales se aíslan.
Y porque es la Patagonia, después de todo, los animales terrestres también incluyen guanacos y maras patagónicas. Los viajes de observación de vida silvestre a la Península de Valdés están organizados por temporada y esta es indudablemente la mejor manera de proyectar un viaje.
Ballenas en la Península Valdés
Solo hay un territorio en Argentina para verdaderamente obtener una buena práctica de ballenas, y esto es en torno a la Península Valdez y el chiquillo pueblo de Puerto Madryn. Ocasionalmente en la temporada inclusive es posible vagar por la costa y tener mamás jóvenes de ballenas con sus crías a solo pocos metros de trayecto en el agua. (Ver artículo: Sicilia)
En términos corrientes, la temporada de las ballenas empieza a principios de junio y se ensancha hasta diciembre, cuando empiezan a moverse de nuevo. La primordial familia de ballena que se ve en las dos bahías primordiales de la Península es la Ballena franca austral, que consigue desarrollarse hasta 20 metros de longitud y consigue pesar hasta 50 toneladas de peso. Del género Baleaena, las ballenas se identifican por callosidades en la cabeza, dorso amplio y falta de aleta posterior.
En la inicial parte de la temporada, de junio a septiembre en privativo, las ballenas en la bahía se logran ver rasgando y corrientemente mostrando su habilidad, que puede ser una gran vista para advertir. La otra especie primordial que se puede ver, eminentemente a lo largo del Atlántico, la ribera oriental de la Península misma, es un rebaño residente de alrededor de 25 orcas.
Las aguas que rodean las costas de la Península Valdés asimismo hospedan armadas hundidas que hacen ilusorias expediciones de buceo. Las anheladas ballenas francas australianas empiezan a llegar en junio cada año, y los números se acrecientan gradualmente a medida que pasan los meses. Septiembre y octubre brindan los mayores sucesos de avistar más de estos especímenes.
Pingüinos
Los pingüinos se pueden localizar en 3 colonias diferentes, que corresponden a Punta Tombo, Punta Norte y Punta Delgada, largamente en la costa de la Península Valdés. La colonia más grandiosa se halla en la colonia de Punta Tombo, que hospeda a más de 500.000 pingüinos de Magallanes. Se podrá acercar más que nunca a los pingüinos de Península Valdés mientras se corretean junto a tus pies, sin embargo, es muy sustancial que se recuerde respetar su zona vital.
Se pueden encontrar pingüinos en Valdés a partir octubre hasta marzo, sin embargo la altura del ímpetu de cría se promueve en octubre y noviembre. Se debe marchar hacia Punta Tombo, para ver la mayor migración de pingüinos de Magallanes en la tierra, con ejemplares que se remontan a millones durante el auge de la temporada de nacimiento. Si se visita en noviembre, advertirás a los retoños dando sus iniciales pasos. (Ver artículo: Islas de América)
Flora
Es la estepa, principalmente la jarilla, verbena y neneo, que envuelve toda el área de la gran llanura central de Valdés. Por el contrario, junto a la cordillera asciende el espeso bosque andino patagónico, hecho por coníferas y fagáceas, entre las que se subrayan los gigantescos alerces, los coihues, notros, radales y cipreses de la cordillera, además existen variedades frutales nativas como el calafate.
En la Península Valdés el Monte Occidental se exhibe con algunos bejucos particulares brea, chañar, jarilla, prosopis, pequeñas gramíneas y borrones de vegetación herbácea. La insuficiencia de agua, las caídas temperaturas, el efecto desecante de los soplos del oeste y la escasez general de los suelos areniscos y desérticos, con exigua materia orgánica, establecen la vida vegetal. Una flora escasa, difundida, baja y espesa, que deja una gran parte del suelo desprovisto.
Junto de las costas marinas, donde hay mayor relente, el terreno se envuelve de exuberante vegetación, constituyendo un perpetuo manto. Allí surgen arbustos de mayor aspecto como el molle, el algarrobo patagónico, la mata laguna, el calafate y la verbena, de divinas flores lilas. Los cañadones y valles que persisten inundados mantienen una vegetación desigual, de un verde agudo, citados localmente como mallines o vegas.
Relieve
La identificación geológica de la península de Valdés, es parte de la determinación general de la zona, que se acierta en una llanura por quebranto estructural, que reside en restos de degradación. Su área, bancos apuntalados de pedruscos cementados por carbonatos, ha protegido de la erosión de los sedimentos disgregables de los almacenes terciarios. A lo largo de toda la planicie litoral ribereña es demolida por el repliegue de un frente de desgaste empinado, que se queda corto de los escalonados cortados a armada, como se advierte en Puerto Pirámides.
El paisaje de la zona en materia está dado, como se señaló precedentemente, por una precisa área de playa envuelta de acantilados y por una zona media de dunas ribereñas. Esta área tiene permanencia geológica, actividad sísmica y ninguna diligencia volcánica presente. Debido a la dispuesta costera, puede haber evasiones de tierra acostumbres y colapsos en los perfiles de los declives, que ya han acaecido antes en varias oportunidades. (Ver artículo: Islas Malvinas)
Puerto Pirámides
Puerto Pirámides es una localidad argentina en el distrito de Viedma, demarcación de Chubut. Su población en el censo del año 2001, era de 439 habitantes. Es la insuperable metrópoli en la Península Valdés. Empezó en 1898 cuando las salíferas del interior fueron detonadas por la sal. Una de las seis huchas naturales a lo extenso de Península Valdés, la reserva de Punta Pirámide se constituyó en 1974.
La sublime ciudad en Península Valdés, Puerto Pirámides se reconcilió en uno de los importantes destinos de reflexión de ballenas en el mundo; el distrito tiene seis hoteles, 15 albergues y dos acuartelamientos. En el año 1898, el apetito de un mejor aprovechamiento de las existencias de sal llevó a la cimentación de un tren a partir los pisos a la bahía de Pirámides, el camino más contiguo al océano con escenarios propicios.
El 14 de julio de 1900, Puerto Pirámides fue legalmente expresada como ciudad y su nombre fue arrebatado de las formaciones locales desgastadas que envuelven la bahía. Con la venida de la primera guerra mundial preparada con la llegada de plantas empaquetadoras de carne a Buenos Aires, la necesidad de sal se redujo y la ciudad de Puerto Pirámides disminuyó. Fue casi tres períodos más tarde antes de que la ciudad una vez más empezara a progresar gracias a las ballenas, el ecosistema y el turismo.
En el año 1973, se preparó la primera corporación prudente de avistamiento de ballenas en las marinas de Puerto Pirámides. Es la notable población y pueblo consecuente en la Península y está asistiendo a localizar el equilibrio entre la autosuficiencia y el cuidado ecológico, junto con esto la colectividad local y los miles de viajeros que congratulan cada año.
Punta Norte
Punta Norte es un lugar dispuesto en el golfo San Matías al nordeste de la península Valdés. En esta zona, coinciden las rutas provinciales 3 y 47. El sitio consiente un área resguardada y es muy concurrido en verano. Aquí se pueden hallar lobos marinos, elefantes marinos, pingüinos de Magallanes, escoas y orcas. Exactamente se sitúa a 78 km de Puerto Pirámides. Aquí se halla el faro Punta Norte, un faro no ocupado de la Armada Argentina, despachado al servicio el 6 de junio del año 1917. (Ver articulo: Polinesia Francesa)
La consideración natural turística Punta Norte fue fundada el 29 de septiembre de 1967 con el fin de resguardar la fauna que allí reside, un significativo escondrijo de elefantes y lobos marinos de un bozo. Aquí además se halla un centro de definición y atajos con carteles reveladores en todas las zonas de paso consentido al público. Conjuntamente, aquí trabajan varias instituciones que reman con la vida silvestre de la península.
Aquí se localiza el único escondrijo continental de elefantes marinos. La circunspección es uno de los espacios donde ocurre el encallamiento voluntario de las orcas para nutrirse de las camadas de lobos marinos.
Aeropuerto
Con dos terminales para volar, la región de Valdes es cómodamente asequible desde Buenos Aires y otros aeropuertos propios adentro de Argentina. Resolver en qué áreas dirigirse y consultar cómo llegar, puede ser complejo, con varios de los optimes lugares para la vida silvestre al final de vías de tierra largos y mal conservados.
Existen dos aeropuertos en la región de Valdés, el de Trelew, que queda a 2 horas desde la península y Puerto Madryn, a una hora desde la península, cada uno de los cuales se logra acceder concisamente desde Buenos Aires. Los vuelos adentro y fuera de Trelew son más habituales, pero están más lejanos de la península, por lo que involucran un mayor tiempo de manejo y transferencia. Si es viable, es preferible tomar un vuelo a Puerto Madryn, ya que lo más factible es que le apetezca pasar unas noches allí para ver la vida silvestre antes de enviarse a la conforme península.